jueves, octubre 19, 2006

Quiroz quedó preso: dijo que actuó para "evitar una masacre"


El juez Melazo le tomó declaración durante tres horas. Argumentó que actuó en su defensa y en la de terceros. Pero quedó detenido por "tentativa de homicidio". El delito no es excarcelable. No tenía permiso para portar armas

Emilio "Madonna" Quiroz se convirtió ayer en el primer detenido por los violentos incidentes que se desataron el martes en San Vicente, durante el traslado de los restos de Juan Domingo Perón.
En medio de los enfrentamientos con piedras y palos, Quiroz disparó varias veces su arma Bersa 9 milímetros hacia una de las puertas de acceso a la quinta 17 de octubre.
Por orden del juez de garantías nº 2 de La Plata, César Melazo, el sindicalista quedó detenido en la comisaría 1º.
La cáratula fue rotulada como "tentativa de homicidio por dolo eventual, intimidación pública y daño calificado". Los delitos que se le imputaron no son excarcelables y contemplan penas superiores a ocho años de prisión.
Melazo le tomó declaración indagatoria durante tres horas, en una oficina de 2 metros por 1,5, en la que sólo había dos sillas, una computadora y ocho personas. Hicieron sólo un impass para comer tostados de jamón y queso, que acompañaron con gaseosa.
"¿Puede traer el arma?", le preguntó el juez. "No tengo problema, pero no me acuerdo dónde la dejé", contestó el sindicalista.
Ayer, Hugo Moyano, líder de la CGT, reconoció que Quiroz es empleado del sindicato de Camioneros y que manejó, varias veces, el auto de su hijo Pablo, conductor del gremio. "Si tiene que ir preso, que vaya", advirtió.
La fiscalía y el magistrado comprobaron que Quiroz no tenía permiso para portar armas, sólo estaba tramitando la posibilidad de tenerla en su casa, como usuario legítimo.
Su abogado defensor, el ex juez Daniel Llermanos, pidió la libertad de su defendido porque consideró que actuó en "legítima defensa". "Actuó para evitar una masacre", aseguró. Aclaró que, en el peor de los casos, tendría que cambiarse la carátula a "abuso de armas", un delito excarcelable.
"¿Qué dijo su defendido ante el juez?", le preguntaron los periodistas. A partir de ahí las respuestas fueron insólitas. Llermanos dijo que Quiroz actuó en solidaridad con sus "compañeros agredidos". Agregó que, antes de ir a buscar el arma al auto -estacionado a 100 metros del lugar de los hechos- el sindicalista sufrió una agresión "terrible" con una botella en el estómago. Sin embargo, las pericias comprobaron que la herida sólo fue superficial.
Añadió que su defendido, primero, hizo disparos al aire, que no estan filmados. Y que cuando tiró hacia el frente apuntaba a la pared. "Disparó sabiendo que el ladrillo tiene poder absorbente y que las balas no iban a rebotar", graficó.
Según el letrado, Quiroz actuó ante la ausencia de la autoridad policial. "Fue a buscar a un policía y no había ninguno", precisó.
Las explicaciones contrastan con la imagen y el audio que difundió la TV. Allí, Quiroz dispara hacia el frente e, incluso, en un momento, ni siquiera mira a dónde está tirando. Se escucha una voz bastante elocuente: "Tirale, tirale".
Las fiscales de la UFI nº 5, Leyla Aguilar y Cristina La Rocca, reunieron como documentación contra Quiroz tres vainas servidas de su pistola, nueve testimonios y un video.
Ahora, tendrán quince días para pedir la prisión preventiva. En ese tiempo, el sindicalista permanecerá detenido.
Un dato es que Quiroz identificó a sus rivales como barras bravas de Estudiantes, enrolados en UOCRA seccional La Plata. Agregó que su defendido dijo que disparó siete veces, pero que "no se acuerda bien". Y que tenía experiencia en el uso de armas porque practicaba tiro.

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